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Saturday, January 28, 2012

Bertsolaris de laboratorio

EL bertsolari nace o se hace? ¿Qué mecanismos se activan en los cerebros de estas personas al componer los bertsos? ¿Disponen los bertsolaris de capacidades cognitivas superiores a las del resto de las personas? ¿Pueden aumentarse estas capacidades a base de entrenamientos? Estas son solo algunas de las preguntas que muchos aficionados y personas vinculadas con el bertsolarismo se han hecho alguna vez. Y son también algunas de las cuestiones que quiere resolver un estudio del centro de investigación BCBL (Basque Center on Cognition, Brain and Languaje), con sede en Donostia, que ha comenzado a estudiar los mecanismos cerebrales de los bertsolaris.

Andoni Egaña, Maialen Lujanbio, Amets Arzallus o Miren Amuriza son algunos de los 18 improvisadores orales de primer orden que se han ofrecido a tomar parte en este proyecto, cuyas primeras conclusiones podrán conocerse a finales de este año, cuando se comparen los datos extraídos de las pruebas realizadas por los artistas con los que arrojen otros dos grupos que se van a estudiar: los alumnos de las bertso eskolas y personas euskaldunes que no han desarrollado habilidades en el arte del bertsolarismo.

El origen de este proyecto se sitúa en mayo de 2011, cuando, a raíz del documental Bertsolari de Asier Altuna cantantes y científicos se pusieron en contacto. "La capacidad de improvisación de los bertsolaris llamó poderosamente la atención a los investigadores del centro. El director, Manuel Cerreiras, quedó impresionado por la capacidad de Andoni Egaña de ordenar las palabras en su cerebro agrupadas por familias", recordó ayer en la presentación del proyecto el gerente de la empresa, Miguel Arocena. "Los investigadores concluyeron que los bertsolaris son auténticos expertos en organizar la información en su cerebro, lo que resulta de especial interés para los científicos", añadió.

Se inició entonces una relación que ha llevado a la colaboración entre artistas e investigadores. "Estamos contentos desde que recibimos la invitación a participar en este proyecto, porque nosotros también creemos que es importante conocer qué valor añadido le da al día a día el entrenamiento que hacemos del lenguaje", manifestó el presidente de la Asociación de Bertsolaris, Iñaki Murua. "No somos personas excepcionales, simplemente llevamos detrás un entrenamiento de muchos años que nos da una capacidad lingüística, pero esta capacidad, en principio, la tiene cualquiera", apuntó, para después bromear: "Estoy deseando saber hasta dónde llega la anormalidad del cerebro de Andoni Egaña y saber en qué clave funciona para ser tan bueno como él".

El proyecto, que se concreta en varias fases (de las que solo se ha completado la primera), investigará cómo se produce el proceso de almacenamiento y recuperación de la información en el cerebro. "Esto puede dar lugar, en el futuro, al desarrollo de herramientas de entrenamiento, no solo para bertsolaris, sino para cualquier persona que quiera mejorar su fluidez verbal", explicó Arocena.

primera fase Por el momento solo se ha completado la primera fase de la investigación, la que corresponde al estudio de los mecanismos cerebrales que se producen en improvisadores orales a la hora de componer un bertso. Aunque queda comparar los resultados con el estudio de los otros dos grupos que entran en la investigación -euskaldunes sin habilidades desarrolladas en el arte del bertsolarismo y alumnos de las bertso eskolas-, parece que la experiencia está resultando satisfactoria, a pesar de la dureza de algunas de las pruebas.

En una primera sesión, "los bertsolaris se sometieron a varias tareas que requerían del concurso de funciones cognitivas superiores, y, entre otras cosas, se analizaron funciones como el razonamiento, la velocidad de procesamiento de la información o la capacidad de inhibir información distractora para centrar la atención en lo relevante", indicó Kepa Paz-Alonso, investigador de BCBL.

"En la segunda fase se analizó la fluidez verbal a través de imágenes en 3D del cerebro obtenidas mediante una resonancia magnética. Se estudió la actividad cerebral mientras se realizan funciones complejas. Se analiza el cerebro mientras este hace ejercicios fonológicos, semánticos y de rima en diferentes grados de dificultad", contó el investigador.

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Finalmente, en una tercera fase se practicó otra resonancia magnética a los bertsolaris, y se les plantearon 30 temas diferentes que debían rimar utilizando diferentes métricas, desde la kopla txikia hasta el zortziko txikia. "De este modo se puede analizar si la actividad cerebral es diferente cuando se improvisa un bertso corriente o uno brillante", señaló Paz-Alonso. "Es duro porque no es fácil estar una hora y tres cuartos en un sitio tan limitado, con el ruido y el movimiento que hay, mirando a los monitores, creando... Es muy complicado. Es un tiempo y un sitio difícil para mantener la concentración", apuntó Andoni Egaña, uno de los conejillos de Indias del proyecto.

Sin embargo, el bertsolari se mostró satisfecho con la experiencia y convencido de que los resultados serán interesantes. "Tengo plena confianza en que los resultados que salgan de este estudio van a ser muy interesantes, tanto para el bertsolarismo como para otros ámbitos", aseveró.

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