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Wednesday, September 23, 2015

Unibertsitateko Irakaslearen 8 gaitzak, Héctor G. Barnés-en arabera

Artikulu interesgarria, El Confidencial argitalpenean. Puntu hauetako askorekin identifikatzen naiz, unibertsitateko irakaslea izaki.
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Hasta hace relativamente poco, la de profesor universitario era una ocupación privilegiada. No sólo gozaba de una buena reputación entre todos los estamentos de la sociedad, sino que esta se correspondía con una gran influencia social y una remuneración acorde con el puesto. John Edward Masefield, poeta inglés, escribió que “hay pocas cosas terrenas más hermosas que la universidad: un lugar donde los que odian la ignorancia pueden luchar por el conocimiento, y donde quienes perciben la verdad pueden luchar para que otros la vean”.
No obstante, y de manera paralela al crecimiento de la población universitaria durante la segunda mitad del siglo XX, el profesor universitario parece estar sometido a más estresantes que nunca. No sólo ha perdido su categoría social, sino que también ha visto cómo su sueldo ha disminuido de manera inversamente proporcional al del estrés que ha de afrontar. Todo ello formando parte de una institución cuyas estructuras apenas han evolucionado en siglos.
“El trabajo del profesor universitario es uno de los más tóxicos”, recuerda con contundencia el psicólogo y profesor de Recursos Humanos de la Universidad de Alcalá Iñaki Piñuel. “Se valora poco porque se cree que el trabajo del sector educativo es de guante blanco, pero contrariamente a ello, el entorno del profesor universitario produce niveles de estrés superior a otros y quiebra la capacidad laboral de muchos profesores a una edad más temprana”.
Se desprecia el valor del conocimiento por la eficienciaHace ya ocho años que un estudio de la Universidad de Murcia puso de manifiesto que el 83,6% del profesorado sufría de estrés crónico, y aunque su autor, el profesor ya retirado de Psicopatología de la Universidad de Murcia José Buendía reconoce que “los datos son perecederos”, la situación parece haber empeorado tras la implantación del Plan Bolonia. Es una situación que se repite en otros países vecinos, como el Reino Unido, donde recientemente una investigación publicada por el UCU (Universitary and College Union) ponía de manifiesto que las enfermedades mentales habían aumentado sensiblemente entre la población académica.
El estudio sintetizaba algunos de los principales escollos para la felicidad del profesor, entre los que se encuentran el constante escrutinio externo, la imposibilidad de conciliar la vida personal con la laboral y la necesidad de proporcionar constantemente resultados positivos. Como recuerda la profesora titular de sociología de la Universidad de La Coruña Rosa Caramés, “se desprecia el valor del conocimiento por la eficiencia”. Estos son los principales “jinetes del Apocalipsis” a los que tiene que enfrentarse el profesor contemporáneo.
1. Es una institución del siglo XXI que sigue funcionando de manera medieval
Quizá la comparación más reveladora para definir la universidad sea la que utiliza Piñuel: las universidades siguen reflejando con gran fidelidad las características de la sociedad feudal en la que nacieron. “El feudalismo genera sus cabecillas y sus súbditos, que están obligados a respetar ciertos códigos ajenos al siglo XXI, como cuando te dicen ‘no te presentes a esta plaza porque ya está adjudicada’ o ‘tú no puedes publicar en esta revista hasta que yo lo haga”, explica el autor de La dimisión interior (Ed. Pirámide).
Se ha conseguido consumir el tiempo dedicado a la preparación de las clases y dedicar más tiempo a labores puramente administrativasComo dejó escrito el administrador de la Universidad de Harvard Henry Rosovsky en The University: an Owner’s Manual, “las universidades aman los rangos jerárquicos tanto o más que el ejército”. El psicólogo añade que, a diferencia de la educación primaria o secundaria, la universidad está formada por alumnos ya adultos, “que son gente más exigente”, y el profesor está obligado a actualizarse continuamente. Ello da lugar a factores de riesgo psicosocial como  “la rivalidad, la competitividad, las camarillas de poder o las guerras intestinas”, frecuentes en el ámbito universitario y que minan poco a poco la resistencia del profesor.
2. El día que el profesor pasó a ser un burócrata
El Plan Bolonia ha traído consigo, entre muchas otras cosas, una burocratización de la enseñanza que ha provocado que los profesores pasen más tiempo rellenando formularios, pruebas y revisiones que dedicados a la preparación de sus clases y a sus proyectos de investigación. “Bolonia se ha implantado de manera desastrosa”, sintetiza Rosa Caramés. “Sólo se ha conseguido consumir el tiempo dedicado a la preparación de las clases y dedicar más tiempo a labores puramente administrativas”.
Piñuel se muestra de acuerdo: “Son un montón de horas de trabajo que sobrecargan a un profesor que ya está suficientemente sobrecargado de por sí. Para conseguir nada estamos incrementando una carga que no tiene mucho valor añadido. No por rellenar más papeles es mejor, al contrario, el tiempo disponible para preparar clases e investigar se emplea en reuniones y consignar papeles”. También disminuyen las horas de descanso y esparcimiento, vitales para el bienestar de cualquier trabajador.
El Plan Bolonia ha añadido nuevas cargas a los cuerpos docentes universitarios. (Efe)
El Plan Bolonia ha añadido nuevas cargas a los cuerpos docentes universitarios. (Efe)
Esta “maquinaria”, como la define el psicólogo, conlleva otro problema: el aumento de las pruebas sobre el control del profesorado. Algo que en principio tendría como objetivo garantizar la calidad de la enseñanza, se añade a las montañas de burocracia ya existentes y someten al profesor a un continuo escrutinio. “Es la paradoja tras la ilusión del control”, explica Piñuel. “Es un efecto de la centralización de las políticas de la UE que necesita sistemas de control. La idea de consignar papeles, documentos o comisiones da la sensación de que las cosas se están gestionando mejor. Es pura entelequia”.
Pablo, profesor durante quince años tanto en España como en Inglaterra, cree que ello ha provocado, no obstante, que haya un mayor control sobre el acceso a los puestos docentes. “Antes, cualquier catedrático o profesor con influencia podía enchufar a quien le diese la gana (te sorprendería saber en cuántos departamentos de la universidad pública hay padres e hijos o maridos y mujeres)”, explica. “Ahora, al menos, el enchufado ha de pasar un filtro, aunque sea un filtro de mínimos, no del todo exigente, discutible, etc.”
3. Acoso por parte de los alumnos… y por parte de los compañeros
Aunque el acoso por parte de los estudiantes no es tan frecuente como en la educación secundaria, los profesores también manifiestan ser víctimas de amenazas por parte de sus alumnos. El desprestigio reciente de la educación no ha ayudado precisamente: “En los últimos años ha entrado una corriente que desprestigia la labor del docente. En ocasiones parece haber un afán reduccionista, un tanto persecutorio, de la labor de las personas que se dedican a la docencia”, explica Rosa Caramés, que sugiere que muchas veces el profesor es acusado de una serie de cosas –“que no corrige bien, que tiene manía a los alumnos, que no sabe dar clase”– que tan sólo son ciertas en un número limitado de casos, pero que suele hacerse extensible a todo el cuerpo docente.
La creciente competencia provoca que las zancadillas sean frecuentesA este hay que añadirle el mobbing ocasionado por los propios compañeros: según el estudio anteriormente citado, realizado en la Universidad de Murcia en el año 2004, hasta el 44% del personal manifestaba sufrir acoso laboral. Algo que, como señaló en aquella ocasión el profesor José Buendía, “tiene como objetivo que se abandone el centro, puesto que al ser funcionarios, no se les puede despedir”. Piñuel añade que la creciente competencia provoca que las zancadillas sean frecuentes: “Quien no acata las reglas, se convierte en un chivo expiatorio y es perseguido”.
4. Hay que luchar mucho para ascender
El del acceso a la docencia universitaria es un camino lleno de palos y piedras y, sobre todo, sacrificios obligados. Pasan años hasta que se pueda impartir clase, mucho más hasta que alguien se convierte en profesor titular y ya no digamos convertirse en catedrático. Abundan las horas extras, las asignaturas impartidas a cambio de nada o el “tráfico” de artículos que permite a algunos profesores seguir un año más aferrados a su puesto gracias a trabajos realizados por sus estudiantes.
Aún hoy se ven rencillas entre profesores que se enfrentaron unos a otros por plazas“El motivo de conflicto más grande que puede haber en un departamento es casi siempre las plazas”, explica Pablo, que matiza que al no haber plazas nuevas durante los últimos años, los conflictos han desaparecido. “En el pasado, cuando no existía el método de las acreditaciones, las plazas las decidía el catedrático de turno, y siempre terminaba favoreciendo a sus preferidos, mientras que los otros se jodían y tenían que esperar años hasta conseguir sacar su plaza. Aún hoy se ven rencillas entre profesores que vivieron ese sistema y que se enfrentaron unos a otros por plazas”.
Algo que, no obstante, no siempre es percibido de forma necesariamente negativa, especialmente como una solución al piloto automático que provoca la falta de ilusión entre los docentes de mayor edad. Luna Paredes goza de una beca FPU (Formación del Profesorado Universitario) e imparte clases de «Análisis y comentario de textos literarios» en la Universidad de Alcalá. “El hecho de que un becario imparta una asignatura completa me parecía a priori una irresponsabilidad”, explica. “Sin embargo, un becario también va a afrontar las clases con un entusiasmo que algunos profesores (no todos, no siempre) han perdido”.
Preparar bien una hora de clase puede llevarte entre ocho y diez horasEl esfuerzo exigido a los primerizos, frente al de los funcionarios, “sólo puede traer cosas buenas”, señala, aunque “implica que las horas de preparación de una sola clase sean ingentes”. Como recuerda Pablo, que imparte ocho horas de clase a la semana, “preparar bien una hora de clase que impartes por primera vez puede llevarte entre ocho y diez horas”. “El becario debe hacerlo bien porque, en primer lugar, está inseguro y se esfuerza ante los alumnos y en segundo lugar, porque no quiere cagarla ante el director de tesis ni el departamento”, concluye Paredes.
5. Se cobra menos de lo que se piensa
El de los sueldos de los profesores universitarios es un tema complicado, en cuanto que estos varían sensiblemente dependiendo del centro, de la categoría del docente o de los diferentes incentivos autonómicos. Las categorías inferiores son las principales perjudicadas de un sistema que se complementa con los célebres quinquenios y sexenios –períodos dedicados a la investigación–, pero a los que no todo el mundo tiene acceso. El salario base puede llegar a encontrarse en unos 1.100 euros. Rosa Caramés recuerda que, aunque ella no pertenezca a dicho grupo, los más jóvenes sufren una mayor precariedad, “con contratos de muy pocas horas por las que se paga muy poco, a pesar de que el tiempo de preparación de las clases sigue siendo el mismo. La docencia se concentra en poco tiempo para ahorrar presupuesto”.
Los alumnos también sufren las consecuencias de la desmotivación de los profesores. (Corbis)
Los alumnos también sufren las consecuencias de la desmotivación de los profesores. (Corbis)
6. Sistema educativo “marketinizado”: el estudiante siempre tiene la razón
Existe cierto consenso entre los profesores en señalar que el alumno ha pasado de ser un estudiante a convertirse en un cliente, algo en consonancia con la tendencia privatizadora del sistema universitario. Ello obliga a que el docente redefina sus tareas y se vea obligado a reinterpretar su labor, lo que en opinión de Rosa Caramés, da lugar a una relación “un tanto viciada”. “Todas las cosas materiales e inmateriales tienen un precio y un valor, que no tienen por qué coincidir”, explica la socióloga. “No se entiende que los conocimientos y su proceso de adquisición es un proceso mutuo. Como todo se ha mercantilizado, lo único que parece sustentar la relación entre profesor y alumno es el precio de la matrícula”.
Uno de los factores novedosos es que el profesor se tiene que poner al servicio del alumno, algo que antes no se entendía asíComo señalaba el filósofo José Luis Pardo en 2008, “todo comenzó con la sustitución de las “asignaturas” por “créditos”. Piñuel lo interpreta como una liberación del estudiante de las cadenas que el sistema feudal le había impuesto. “Uno de los factores novedosos es que el profesor se tiene que poner al servicio del alumno, algo que antes no se entendía así, sino que se ponía énfasis en el profesorado. El alumno ha evolucionado a ser alguien que tiene derechos, que puede exigir, que puede pensar y reclamar”. Algo a priori positivo pero de lo que, sin embargo, el profesor no parece haberse beneficiado: “Precisamente, el burnout en el profesor genera situaciones de maltrato hacia los alumnos impropia de este tiempo, como arrogancia, prepotencia…”
7. La investigación, ¿sirve para algo?
A finales del año pasado, la comunidad científica se vio sacudida después de que el Premio Nobel Randy Schekman denunciase que el factor de impacto de las revistas –es decir, la puntuación recibida por cada publicación sobre el número de veces que sus artículos son citados– vicia la investigación, y crea burbujas en torno a determinados temas. Algo semejante ocurre con el funcionamiento de los diferentes departamentos de investigación, que se centran exclusivamente en aquellos temas que les pueden dar una mayor visibilidad, despreciando aquello que no está de moda.
Una parte importante de los ingresos de los departamentos dependen de la productividad de los miembrosLa máquina de la producción científica no puede pararse. Como recuerda Pablo, en países como Inglaterra, “una parte importante de los ingresos de los departamentos se los juegan con la productividad de los miembros. Es decir, si un profesor se pasa tres años sin publicar un artículo de prestigio o sin conseguir un proyecto de investigación, baja los promedios del departamento y este pierde dinero”. No obstante, se trata de una situación que afecta más en el extranjero que en nuestro país. “Un profesor titular (y conozco no a uno o a dos, sino a muchos) puede tirarse, no tres años, sino toda una vida sin dar un palo al agua, excepto prepararse sus horas de clase semanales, corregir exámenes y punto”, explica el profesor.
8. Sentimiento de inutilidad
En una reciente investigación llamada It’s a Bittersweet Symphony, This Life: Fragile Academic Selves, el profesor de gestión de las organizaciones de la Universidad de Lancaster David Knights, tras analizar los problemas de identidad entre el cuerpo lectivo inglés, llegó a la conclusión de que la mayor parte de sentimientos de los profesores hacia sus centros estaban marcados por la ambivalencia. Por una parte, porque su idea del mundo académico estaba marcada por la pasión, por el entusiasmo y por unas elevadas expectativas. Pero, al mismo tiempo, estas se encontraban matizadas por una agria sensación de que muchas de sus aspiraciones parecían “irrealizables, si no irreales”.
Así como periódicamente hacemos una revisión de nuestro vehículos, deberíamos hacer la ITV psicológica de los profesores“Los que tenemos más vocaciones de hacer cosas nos vamos desgastando”, afirma Pablo. “Muchos de estos profesores que sólo hacen docencia en realidad no tienen interés en nada y por eso no investigan, lo único que les apetece es leerse el periódico, hablar por teléfono y tomar cafés”. Es la última etapa de un proceso que erosiona poco a poco las ilusiones privilegias y que, como recuerda Piñuel, aparece mucho antes que en otras profesiones. “Si bien la respuesta a nivel institucional a sus esfuerzos no alcanzaba el reconocimiento jerárquico, social o por parte de los compañeros, la dulzura de una carrera potencialmente estimada y una identidad reconocida de manera pública disparó sus esfuerzos”, concluía el estudio sobre esos frustrados, pero ilusionados, profesores.
“Así como periódicamente hacemos una revisión de nuestro vehículo, deberíamos hacer la ITV psicológica de los profesores”, concluye Piñuel. “Tenemos entre nuestras manos el mejor capital simbólico del país”. No se trata únicamente de preservar la calidad de vida de los docentes, sino también, de evitar que el alumnado sea la última víctima de un sistema desencantado y cada vez más oprimido

Wednesday, September 02, 2015

Reno, NV, The Basque Story

In Reno (Nevada, USA) again, after 8 years since I was here the last time. I am ready to start my staying at the University of Nevada, Reno. This time I come from the University of the Basque Country thanks to an agreement between my university (EHU) and USAC (University Studies Abroad Consortium, institution located at UNR). I was given a grant in order to develope a project in Reno that was approved.

Picture taken from my room. 9:15 pm




Nicole Du Pont. Notice the USAC's logo: a lauburu! Getting ready to work!



With the crew in Pyramid lake, Nevada.


Pyramid Lake and the surrounding mountains, sunset



Visitors to the Basque Library, University of Nevada




"Fronton" at Jordan Valey. Frontoia Jordan Valey-ren sarreran







With Aita Antton Eguren, Chaplain of the Basque Community in Idaho. After celebrating the Mass of Saint Ignatius of Loiola



At the ikastola of Boise, with Aita Antton and Sho Hagio, a Japanese Basque speaker who translated Linguae Vasconum Primitiae ( 1545) into Japanese language



With the former Lehendakari (President) of the Basque Country at the Jaialdi in Boise


  Goirizelaia, nire errektore eta Bizkaiko ahaldun nagusiarekin Boisen



Mikel Reparazekin, kazetari handia, aurrerakoia, EITBko korrespontsala AEBetan






Expo- Boise, after the bertsolari session, with the bertslaris Xabier Paya and Nerea. I've never seen a bilingual ( Basque-English) session like this. They did a pretty good job.















 Boise, Saint Ignatius of Loiola feast
Éster Ziganda, euskal-nafar jatorriko amerkarra, Argitxu Camus zuberotar ikerlaria eta euskal jatorriko beste amerikar batekin, San Iñazioren meza aurretik, prozesioa ikusten.




'The Basque Baptism' of the Bishop of Boise, Peter F. Christensen. After Mass, he was given the `txapela´ (Basque beret) so from now on he will be considered Basque too. His name, Peter, was also turned into `Kepa´, the bishop of the Basques in Idaho. He accepted his nomination after concelebrating Mass in a crowded St. Mark's Church, with arround 2000 christians there.

 

Expo- Boise, after the bertsolari session, with the bertslaris Xabier Paya and Nerea. I've never seen a bilingual ( Basque-English) session like this. They did a pretty good job.
 

 An ordinary day at the Center for Basque Studies (University of Nevada). Behind me, Sho Hagio, a Japanese-Basque translator
 


 At the presentation of the book All that Followed by Gabriel Urza. With the author and some Basques in Reno

With Joxe Mallea, a great historian and researcher originally from Ibarrangelua ( Bizkaia) who has been living in the States for more than 40 years and Laura Igantzi, born in California but raised in Lesaka (Navarra). She is in charge of Euskal Artzainak Ameriketan association. At the Santa Fe Basque restaurant ( Reno)

 

 Visiting Abel Mendeguia's place, Stampede Reservoir. Abel Mendeguia is originally from Lesaka (Navarra) and he arrived to the States in 1951 to work as sheperd. In 1979 he married to Judy who told us many stories about their life in a sheep camp. //
Abel Mindegia eta bere emaztea Judyren ardien kanpamendua bisitatzen, Stampede Reservoir deiturikoa. Hainbat urtetan ardiak eta abereak zaintzen ibili eta gero, orain bisitak eta barbakoak antolatzen dituzte garai bateko euskal artazainen bizimodua azaltzeko.



 Another ordinary day working at the Basque Library. Here, with two good colleagues: Ismael Manterola (UPV-EHU) and Argitxu Camus (Office Public de la Langue Basque)



A sheep camp run by Basques in Nevada mountains. This oven was built in 1929 and, after many years abandoned, it was reconstructed by Joxe Mallea and some more friends. They are doing a serious job following the footprints of Basque shepherds in America


Jesus Goñi bertsolari oronoztarrarekin euskaldunen labearen ondoan. 50 urte bete berriak ditu Ameriketara etorri zenetik. Bere bertso etorria ez da agortu, ezta hurrik eman ere!


Jesus Goñi eta Marie Lekunberrirekin. Azken hau G.T. Basque izeneko Gardnevilleko jatetxearen jabea da, bere anaia Jean Baptisterekin batera. Ameriketan jaioak eta euskaldunak.



Asteburua /weekend in San Francisco

 
Having a drink with Joxe Mallea, a great Basque historian, Sara, his wife, a great editor and other Basque scholars who are visiting the Center of Basques Studies at the University of Nevada, Reno.


At the Center for Basques Studies, during a short break. Ainara Ardanaz, from the University of Navarra; Ismael Manterola, Aritz Farwell and myself, the three of us from the University of the Basque Country













More and more staff at the CBS



Sandra Ott and Xabier Irujo, members of the Staff of the CBS
 
At the Basque Sheperd monument, statue made by Nestor Basterretxea. With XabieR Irujo, his wife Txispi, Ismael Manterola and Edurne Arostegui. My staying here is arraving to it's enD here and it is time to say goodbay to the memory of the Basques.

 
Aralarko ahuntzak Aralarrera nahi. In my way back to the Basque Country. At Reno airport


  



Interview with visiting professor Asier Barandiaran from the University of the Basque Country



This the interview made by de Center of Studies Basques during my staying.







  • What brings you to the Center for Basque Studies?
What brings me here is the good work atmosphere that reigns in the Center for Basque Studies and the spirit of collaboration among scholars in order to do research about anything related to Basque culture. The CBS is a great platform within American culture in which dialogue and reflection about contact between cultures can be constructed and it is a pleasure to take advantage of it

  • Can you tell us what the goal of the project is?
My aim is to conduct research into the diaspora (Basque emigration is an alternative term) in Basque literature (written in Basque) in order to assess its weight and importance within this literature, as well as analyzing what resources, strategies, and trends can be seen in its development.
The fact of the diaspora is a fundamental part of Basque culture, but it does not seem to find so much of an echo in the European Basque Country in defining Basque culture. Probably because of this, nor has it been strongly reflected in Basque literature. That is why probably now it is time to pay attention to this topic in Basque literature in order to become more aware of this important aspect of our culture.
I would also like to make comparisons with other cultures such as the Irish Diaspora in literature.

  • Would you say that this research is quite unique?
The Basque migration or diaspora has been considered from different points of view and its importance has been recognized: the historical, social, cultural, and economic angles have been taken into account. However, literature is without a doubt one of the ways human beings have of constructing our individual or collective identity. This way (of approaching the diaspora) has not been extensively pursued in Basque culture as regards literature, and we hope that both writers and arts administrators will become aware of it so that they can take the literary aspect of such an important part of our reality into consideration, and so strengthen links between the different Basque diasporas in the world.

  • What have you accomplished since you arrived?
I have managed to provide a context made up of other Basque literatures  (written in Spanish or in English) to Basque literature (written in Basque) when it comes to dealing with the diaspora (as a topic, as a literary element, and so on). I have also now a clearer map of the course of action in the following months thanks to the many resources and references that I have been able find at the Basque Library.
My recent contact with some Basque oral poets has given me a new insight into how they see their art and how they see their role in the Basque diaspora.

  • Are you enjoying the U.S.?
Yes I am. This is a special opportunity to learn more about different cultures and different ways of life and I feel very grateful for the help and opportunities given by people living here in order to make my stay more fruitful and enjoyable.